Kawabata llevaba entre mis
pendientes desde hace ya bastante tiempo y finalmente he tenido mi primer
contacto con él a través de este libro de relatos. ¡Qué gran encuentro! J
Al tratarse de un libro de relatos es evidente que es
imposible hacer un resumen general. No obstante si podemos destacar una serie
de constantes en todos ellos (salvo el último, obra de teatro ambientada en el
siglo XII): suponen un retrato bastante nítido de la intimidad de las familias
japonesas de mediados de siglo. Queda
patente el desencanto posterior a la derrota en la Segunda Guerra Mundial, en
que el orgullo japonés quedó irremediablemente herido. Pero si hay algo que
vertebre realmente estos relatos es el estudio pormenorizado de la esencia
humana, sus sentimientos y contradicciones. Los relatos tratan sobre las
relaciones de pareja y el desgaste de las mismas; las relaciones
paternofiliales y el sufrimiento por la incomunicación en ellas; problemas de
género; temor y preparación ante la muerte; perdida de la juventud o la
formación de los propios recuerdos. Es
impresionante el modo en que en pequeños relatos el ser humano puede ser
descrito, independientemente de diferencias culturales.
Me ha llamado la atención lo adelantado que estaba el autor
a la hora de tratar diversos temas (o lo anticuado que estaba nuestra sociedad
en esa época, que todo puede ser). Esta antología de relatos fue publicada por
primera vez en 1958 y en ella se trata con toda naturalidad el intercambio de
parejas o la infidelidad conyugal, así como el travestismo (de hecho, este
relato se titula “Con naturalidad”).
Kawabata demuestra una sensibilidad sorprendente por el
punto de vista femenino. Parece comprender a la perfección la insatisfacción de
las mujeres y su modo de concebir la vida. Sus personajes femeninos infieles no
aparecen como mujeres sin moral o libertinas, sino todo lo contrario, mujeres
que no se conforman con una vida a todas luces insuficiente (en el sentido que
sea).
- Eso no es cierto. Todo lo que hay que aguantar hasta
separarse es lo verdaderamente duro. ¿No te lo había dicho ya? Cuando se rompen
las amarras de tanto sufrimiento, el cuerpo se siente como si flotara en el
espacio.
De los autores japoneses me encanta su estilo delicado, ese
modo que tienen de dejar traslucir las ideas pero sin manifestarlas
directamente.
¿A mí mismo no me había enseñado la experiencia que ninguna
palabra puede decir tanto como el silencio?
Esta delicadeza se acentúa particularmente con Yasunari
Kawabata. Su estilo es una delicia, las palabras te “mecen”, no sé muy bien
como explicároslo. Me he quedado entusiasmada con él.
Hay un poeta que dice que cuando ha pasado el tiempo y
vuelve a cantar la voz de lo que una vez resonó, felicidad y tristeza se funden
en una sola canción. Pero, ¿a qué le podríamos llamar “canción”?
Monte Fuji |
El libro se compone de nueve relatos y una pequeña obra de
teatro. Hablaros de cada uno de ellos individualmente me parece muy pesado,
pero me gustaría destacaros los tres que más me han gustado:
Primera nieve en el monte Fuji. Es una triste historia sobre
dos novios que vuelven a encontrarse después de que su historia de amor se
viera truncada por la guerra. Cada uno de ellos se vio forzado a seguir su
camino por lugares diferentes. La guerra y las circunstancias cambiaron
radicalmente sus vidas
- Unas veces te odié profundamente y otras me eché la culpa
de todo. Pero en medio de la vida miserable que llevaban los japoneses de entonces
comprendí que lo que me estaba haciendo era tenerme lástima a mí mismo, sentir
nostalgia de mi juventud. En medio de semejante horror bélico yo había tenido
una novia llamada Utako. Y estaba aferrado a ella.
Sin palabras. Un escritor va a visitar a otro escritor mayor
enfermo, que se niega a hablar o a expresarse de otra manera. Sin embargo, no
todo es lo que parece y debajo de su obstinación existen otros motivos que
escapan a sus sentidos
- Lo que llamamos “pasado” no es propiedad de nadie. Pero si
me presionaran a decir algo, diría que tal vez sólo ejercemos propiedad sobre
las palabras presentes que cuentan el pasado. Y no sólo sobre las propias.
Un pueblo llamado Yumiura. Este relato nos hace plantearnos
la realidad de nuestro pasado y de nuestros recuerdos. ¿Existe sólo aquello que recordamos?¿Los
recuerdos nos pueden crear un pasado inexistente?
Pero cuánto de su pasado, un pasado que él había olvidado y
que para él ya no existía, podía ser recordado por otros.
En el resto de los relatos nos podemos encontrar de todo.
Algunos son raros, en cuanto que no parecen ir a ninguna parte, como “Una
hilera de ginkgo”, aunque me parece que más que una historia transmitía un
estado de ánimo. Otro puede parecer a primera vista un ensayo sobre las
prácticas funerarias japonesas (“El crisantemo en la roca”).
En este libro podréis encontrar entonces relatos que van
desde muy buenos a excelentes, todos ellos narrados con el delicadísimo y
precioso estilo de Kawabata. Este libro es toda una joyita y el autor todo un
descubrimiento del que pienso seguir leyendo todo lo que pueda.
Yasunari Kawabata. Nacido en Osaka en 1899, el primer Premio
Nobel japonés, se graduó en la Universidad de Tokio, y en la década de los
veinte formó parte de un grupo literario de jóvenes escritores conocido como
neosensacionistas, partidarios del lirismo y del impresionismo en lugar del
realismo social imperante. Poco a poco fue desarrollando un estilo propio,
minucioso y episódico, que se manifiesta en su primera novela “Diario íntimo de
mi decimosexto cumpleaños” (1925). Sus novelas posteriores son “País de
nieve"(1947), “Primera nieve en el monte Fuji” (1958),” Mil grullas” (1959), “La
casa de las bellas durmientes” (1961), “Lo bello y lo triste” (1965) y “El
sonido de la montaña” (1970). Ganó el Premio Nobel en 1968. Se suicidó en 1972.
Ese mismo año se publicó póstumamente la biografía ficticia “El maestro de Go” (Contraportada)
Yo he leído:
Título: Primera nieve en el monte Fuji
Autor: Yasunari Kawabata
Traductor: Jaime Barrera Parra
Editorial: Verticales de bolsillo
Edición: 4ª edición, noviembre 2008
Número de páginas: 205
Los libros de relatos me cuestan, pero, si son buenos, me apasionan. El último que leí 'Cuentos de Eva Luna', me apasionó. Me apunto este tuyo, porque hace tiempo que no leo libros de relatos y porque tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarBesos
Yo aprovecho y me apunto el que me comentas, que si te gustó tanto ya tiene muy buenos antecedentes :)
EliminarBesos
Me lo llevo apuntado, no lo conocía y de vez en cuando sí que leo relatos. Un besote!!
ResponderEliminarEn esta recopilación hay algunos brillantes, si te animas, espero que te gusten
EliminarUn beso muy fuerte
Lo leí hace un par de años, o tal vez un poco más. La verdad es que no soy muy de relatos porque siempre me acaban gustando más unos que otros y me cuesta formarme una opinión general, pero el estilo de este autor me gustó por su delicadeza, aunque no todos los relatos me convencieran del todo. Tengo otros libros suyos aguardando su turno. Gran reseña.
ResponderEliminar¡Besos!
¡Muchas gracias! Es normal que haya algunos mejores que otros y es verdad que eso te deja un poco perdida a la hora de opinar. Pero lo que queda claro en todos ellos es el estilo tan especial del autor. Pienso repetir. Estaré pendiente por si te animas y reseñas alguno.
EliminarBesos